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martes, 8 de octubre de 2019

iPan Panarras.com


iPan: un pan para los que les gusta el pan, pero nunca han hecho pan. Un pan para quienes no tienen más que una cuchara, un cuenco y una servilleta de papel. Un pan sin amasado, sin medidas, sin balanza electrónica de precisión. Un pan para todos. Te presentamos la fórmula más insultantemente simple, el proceso más simplificado, el camino menos tortuoso para hacer un pan de calidad respetable en casa; no es posible hacer un pan más sencillo y al mismo tiempo sorprendentemente bueno. iPan. Hacer pan nunca fue tan fácil.
Para esta fórmula vamos a ignorar el sistema de www.panarras.com conocido como Las fases del pan. Este método está pensado para quien no tiene tiempo de leer varios artículos y razonar sobre ellos, de estudiar y asimilar conocimientos; el iPan no admite la reflexión ni la contemplación. Es un pan que actúa, que fermenta. Vale; fermenta, pero con cabeza. Bromas aparte, se trata de un pan de verdad, que queda bien rico, que se puede hacer en cualquier lado, y que es un auténtico cachondeo. Seguidme en la exposición:

Lista de equipamiento


  • Un cuenco y un trapo (o, mucho más iPan, un tupper grande con tapa)
  • Una cuchara de postre.
  • Una servilleta de papel o papel de cocina.
  • Un vaso grande o una taza de desayuno.
  • Un cuchillo de cocina o un cuchillo de pan.
  • Una olla, wok o similar, con tapa resistente al calor. Que se pueda meter en el horno. Cualquiera que tape bien y no tenga asideros de plástico que vayan a arder.
  • La nevera y el horno.

Lista de ingredientes


  • Medio paquete de 1 kg de harina del súper. Sin medir ni pesar, esto es el iPan y no tienes báscula.
  • El vaso grande o la taza de desayuno, llenos de agua del grifo.
  • La cuchara de postre de sal, no muy llena.
  • 1/4 de paquete de 25 g de levadura fresca de panadería.

Procedimiento


  1. Mezcla en el cuenco o tupper la harina y el agua con la mano hasta hacer una masa. Despégate la masa que se te ha pegado en la mano con la cuchara de postre y júntala con el resto. Tapa el tupper o cubre el bol con el paño.
  2. Espera media hora.
  3. Añade la cuchara de postre de sal y el 1/4 de paquete de levadura a la masa y vuelve a estrujar, esta vez durante un par de minutos, hasta que todo está bien integrado y homogeneizado. Vuelve a limpiarte de masa de iPan con la cuchara de postre (esto quizás te parezca coña pero FUNCIONA) y añade todo al pegote. Tapa de nuevo y espera una hora.
  4. Mete el bol o tupper en la nevera toda la noche, o para el día siguiente.
  5. (Al día siguiente) Saca el bol o tupper. Con las manos mojadas, saca la masa del iPan a la encimera limpia. Saldrá entera y no se te pegará.
  6. Limpia y seca bien el mismo bol o tupper y mete dentro una servilleta de papel o un papel de cocina, haciendo forma de cuenco. Espolvoréalo con un poco de harina de tu paquete de 1 kg.
  7. La masa del iPan está fría y no se pega mucho. Espolvoréate un poco de harina en las manos y redondéala un poco, haciendo una bola. Métela en el cuenco con el lado más bonito hacia abajo (pegado a la servilleta de papel enharinada).
  8. Espolvorea un poco de harina por encima de la masa, tapa el cuenco con el paño, déjalo por ahí y espera 1 hora y media.
  9. Vuelca la masa del cuenco a tu cacerola fría. Quita la servilleta o papel (no se ha pegado porque tenía harina).
  10. Dale un tajo al futuro iPan de lado a lado con tu cuchillo.
  11. Tapa la cacerola con su tapa y métela en el horno. Pon el horno a 210º C por arriba y por abajo.
  12. A la media hora, quita la tapa (con el paño, que quema).
  13. A los 20 minutos, saca la cacerola del horno (usa el paño, que abrasa) y pon tu iPan a enfriar. Hará ruidos y crujidos, síntoma de que la miga se está reinicializando.
  14. Cuando esté a temperatura ambiente, corta rebanadas de tu iPan con el cuchillo y zámpatelas (de una en una, que si no te mirarán raro).

Corolario y reflexión


Esta fórmula es tan simple que las variaciones en la textura, calidad de la miga y corteza, color y sabor pueden ser muy grandes. Puede que la masa un día sea algo más blanda, otro será un poco más consistente; quizás el sabor variará ligeramente: a veces un poco más soso, otras un pelín más saladito. Lo verdaderamente alucinante es que si sigues estas instrucciones tan chorras y empleando este equipamiento tan espartano, te va a salir un auténtico pan que te sorprenderá. Si ya eres un panarra avezado, puedes acordarte de esta fórmula y probarlo en el apartamento de la playa con tu familia o con tus amigos; si no has hecho nunca pan, puedes utilizar este método para introducirte en el mundo de la panificación casera sin tener que adquirir ningún aparato o utensilio costoso. En www.panarras.com nos encanta elaborar panes complejos y difíciles, pero también disfrutamos como enanos con alternativas sencillas para todo el mundo, como este iPan, el pan con la interfaz más intuitiva y fácil entre panarra y hogaza.

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